Carta del presidente · Septiembre 2023
COLOCAR A CANARIAS DONDE SE MERECE
La llegada de septiembre, después de los meses de verano, supone el reinicio de muchas actividades como la política, el año judicial y el comienzo del curso escolar, por citar algunas, y en consecuencia, el incremento de las colas en las carreteras de toda la isla. No es el caso de la mayoría de las empresas, autónomos y profesionales, que no paramos nunca, a pesar de que todos sentimos esta época del año como una fase de reenganche hacia la temporada de invierno.
A la incertidumbre que nos ha tocado vivir en estos últimos tiempos, en el que cualquier noticia tiene la capacidad de sobresaltarnos, se ha sumado un verano atípico y extraño, con unas temperaturas más calurosas de lo normal y el ruido constante de la política produciendo cierta desazón.
En nuestra carta de agosto hablábamos de que nos parece fundamental que el nuevo gobierno de Canarias encare con urgencia los problemas que nos afectan y no demore más la toma de decisiones. Sobre la mesa están cuestiones vitales que necesitan respuestas urgentes que nos podrán subir a la ola del desarrollo de la nueva economía mundial o, de no tomarlas a tiempo, dejarnos fuera de ella durante generaciones. Ya en nuestra anterior publicación, llamábamos la atención para el proceso de transformación y expansión económica que otras regiones y países están viviendo, precisamente porque ya han tomado esas decisiones.
Los datos turísticos de lo que va de año están siendo bastante buenos gracias a la magnífica respuesta de nuestros clientes y al gran trabajo de los profesionales que los atienden como se merecen. Una vez más se demuestra que nuestra tierra sigue siendo un lugar deseado para el descanso y el disfrute del tiempo libre, sin embargo hay otros sectores que no han tenido el mismo comportamiento, lo que pone de manifiesto que la ansiada diversificación es un objetivo lejano y difícil de alcanzar.
Esos sectores económicos necesitan inversión y apoyos a su modernización, y es ahí donde los Fondos Europeos que tienen como objetivo, entre otros, ayudar a la reconversión tecnológica de Canarias, deben desplegar su máxima efectividad, apoyados por una gestión eficaz y la máxima agilidad en su aplicación.
Otro de los temas que preocupa a toda la sociedad es la falta de vivienda. Hay que afrontar de manera inmediata una situación que está generando un grave problema social y económico. Son imprescindibles medidas liberalizadoras del suelo para que los agentes privados, dotados de mayor conocimiento, experiencia y agilidad, puedan iniciar la construcción de las viviendas necesarias; pero de forma urgente, se debe reformar la Ley Nacional de Viviendas e implementar medidas que den seguridad jurídica al arrendador para que las miles de viviendas que se encuentran cerradas o que han huido a la vivienda vacacional vuelvan al mercado del arrendamiento. Tomemos como lección lo ocurrido en el 2020 cuando el enorme crecimiento de la oferta disponible provoco caídas de doble digito en el precio de los alquileres. No cabe la menor duda que la actual legislación inhibe la oferta del alquiler de larga temporada, generando el encarecimiento de los precios hasta el punto de que Tenerife, al cierre de este mes de agosto, está a la cabeza del incremento, a nivel nacional, del precio de la vivienda. En el último año, los precios de venta en Tenerife subieron un 17,7%, por delante del 13,7% registrado en Málaga, o el 13,2% de Palma de Mallorca y el precio del alquiler no se ha quedado atrás, situando a Tenerife en el grupo de ciudades junto con San Sebastián, Madrid, Málaga y Palma cuyo precio de arrendamiento por metro cuadrado supera los 10 euros. En nuestro caso con la agravante de que no tenemos la potencia económica de esas ciudades.
Y es que, como dijimos antes, no todos los sectores han tenido el mismo comportamiento que la bendita industria turística que nos mantiene a flote y, ahora mismo, sostiene el presupuesto autonómico con el que pagamos nuestra sanidad, educación, infraestructuras y todo lo demás.
A pesar de los buenos resultados del turismo, en el último año han cerrado más de mil sociedades en Canarias. La inflación, el aumento de los costes y una fiscalidad salvaje que no guarda relación alguna con la productividad se ha llevado por delante a tantas empresas, sobre todo a pymes y micropymes que no han podido sobrevivir a este record en costes que estamos sufriendo.
Aplaudimos los gestos del nuevo gobierno, como la recién anunciada “cuota cero” para nuevos autónomos, aunque habrá que ver qué pasa con los “viejos” autónomos. Consideramos que al fin se hace justicia al eliminar el impuesto de sucesiones y donaciones. Cuesta entender que este “impuesto a la muerte” haya estado en vigor durante tanto tiempo, a pesar de su carácter totalmente anacrónico y confiscatorio por cuanto gravaba bienes y derechos adquiridos por herencia, legado o donación, que además, previamente, ya habían tributado por otros impuestos. Desde el CEST animamos al gobierno a que siga trabajando en la revisión de una fiscalidad que se ha visto aumentada en los últimos años hasta niveles insostenibles. No se puede olvidar que el nivel de carga tributaria debe establecerse con relación a la productividad.
Esa es la razón que los países de alta productividad, no es nuestro caso, pueden soportar un alto
nivel de carga tributaria.
Quedan tantas cosas por hacer, pero debemos centrarnos en lo verdaderamente importante y colocar a Canarias donde se merece estar. La nuestra, es una tierra extraordinaria llena de gente trabajadora y empresarios comprometidos que no se merecen la burocracia y el bloqueo administrativo que sufrimos y que nos impide avanzar a la velocidad necesaria para garantizar un futuro de prosperidad y bienestar para todos.
Ahora tenemos que afrontar nuestras responsabilidades y aplicar nuestro talento, que es mucho y brillante.
Feliz regreso a la arena y animo en el combate.
Javier Cabrera
Presidente