La «desidia y nula respuesta» de Costas despiertan la indignación de los hoteleros, que alertan del «estancamiento» de proyectos y exigen que la Comunidad Autónoma asuma las competencias.
Las cuatro patronales turísticas del Archipiélago (Ashotel, FEHT, Asolan y Asofuer) mostraron ayer su malestar por la «falta de empatía, desidia y nula respuesta» con la que la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar -órgano adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica- trata a la principal industria turística de Canarias.
Los presidentes de las organizaciones empresariales -Jorge Marichal (Ashotel), José María Mañaricúa (FEHT), Susana Pérez (Asolan) y Antonio Hormiga (Asofuer)- exigieron celeridad y rapidez en los ?numerosos proyectos estancados?, dirigidos a poner en valor el litoral, así como mejorar las infraestructuras en las costas, renovar los establecimientos y dotar de calidad al destino turístico.
En un comunicado conjunto, los máximos responsables de las patronales hoteleras demandan al Gobierno central el traspaso de competencias en materia de ordenación y gestión del litoral del Archipiélago, en virtud de la reciente aprobación de la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias. La norma estatutaria recoge, en su artículo 157, que a la Comunidad Autónoma le corresponde la competencia exclusiva en esta materia, siempre respetando el régimen general del dominio público.
En esta línea, las asociaciones instan a tramitar la transferencia de manera urgente para acelerar procedimientos como la regulación de los planes territoriales de ordenación y uso de las playas, las gestión de los títulos de ocupación y uso del dominio público marítimo terrestre o la ejecución de obras y actuaciones en el litoral canario cuando no sean de interés general, entre otros.
De esta manera, entienden las patronales, se evitarían casos como los del Hotel RIU Oliva Beach Resort, en La Oliva, que lleva más de año y medio esperando la aprobación de una licencia de renovación de obras sin que por el momento haya obtenido respuesta de Costas. Esta demora, alertan, pone en peligro la estabilidad laboral de sus más de 400 empleos directos y la inversión de más de 40 millones de euros previstos.
En el caso de Tenerife, hace tiempo que se demanda mayor agilidad para proyectos estratégicos como la Playa de Martiánez y el Puerto Deportivo-Pesquero, ambos en Puerto de la Cruz, o también el puerto de Fonsalía, en Guía de Isora. Otro ejemplo de esta situación, en el caso de Gran Canaria, es que en la actualidad permanecen almacenados unos quioscos de playa que puedan sustituir a la actual oferta, «totalmente obsoleta e inadecuada».
Hace unos meses, con ocasión del encuentro mantenido con la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver Sagreras, hubo ocasión de exponerle estos problema. Oliver mostró preocupación, si bien la lentitud en la tramitación de los proyectos sigue sin tener visos de resolverse, lamentan los empresarios.
Los hoteleros piden que las concesiones en playas (servicios de hostelería, hamacas, entre otros) se doten de un procedimiento rápido que permita la reposición de la arena, que la dinámica de las mareas retira de la playa y la deposita a pocos metros de la orilla. Esto, alegan, permitiría no tener que tramitar un informe de impacto ambiental cada temporada.
Las patronales han tratado de explicar al Estado las especificidades de Canarias, donde la mayoría de las inversiones, tanto en infraestructuras públicas como en los espacios privados, se deben acometer en un ámbito en el que Costas ejerce sus competencias. Se trata, destacan, de inversiones «absolutamente necesarias para mantener la competitividad turística del destino».
Según los empresarios, se está produciendo «una absoluta falta de sintonía» entre lo que ofrecen los competidores de sol y playa y lo que Canarias oferta en la actualidad. «Se nos está vetando la posibilidad de ofrecer un servicio de calidad en nuestras playas y nuestras costas, pese a nuestra disposición a invertir en dicha oferta», afirman las patronales.